En la pasada sesión plenaria de noviembre de 2009, la alcaldesa de Abrera contestó a la pregunta formulada por el grupo municipal del PP, acerca del aplazamiento en la construcción de la tercera escuela de primaria, argumentando que tenía la promesa por parte de altos técnicos de la Generalitat de empezar su construcción durante 2010.
Desde Abrera Batega nos hemos preguntado numerosas veces porqué el Ayuntamiento no cedía el terreno a la Generalitat para que empezase la construcción del edificio cuanto antes, con el fin de dar solución a la falta de espacios que padecen nuestros alumnos y docentes. No comprendíamos porqué dos administraciones del mismo color político, lo cual supone fluidez en las negociaciones, tenían tantos problemas para ponerse de acuerdo, sobre todo cuando nuestro Ayuntamiento soporta obedientemente las imposiciones por parte de la Generalitat de la construcción del Cuarto Cinturón, la no supresión de la C-55, la no construcción del puente entre el centro de Abrera y los barrios del otro lado del río, la inclusión de la autovía que nos divide aún más ambas partes y la barrera de los nuevos trazados de las vías del tren. No hemos entendido cuál era la causa que ha provocado los numerosos retrasos por parte del Ayuntamiento, cuya única acción que debiera efectuar era la entrega del terreno limpio a la Generalitat para que ésta empezase a realizar la inversión económica y la construcción del edificio en una obra que es prioritaria.
Pero, si analizamos la actuación del Ayuntamiento en clave política, entonces podemos entender muchas cosas. Si se hubiera respetado el calendario previsto con la inauguración del edificio en septiembre de 2008, la finalización de la obra se hubiera realizado a principio de esta legislatura, demasiado lejos de las próximas elecciones. ¿Qué importa si la falta de infraestructuras se alarga durante más tiempo y la calidad de la enseñanza de nuestros hijos se ve afectada? Parece que lo único que realmente cuenta es tener argumentos a final de legislatura para cuando la oposición haga balance sobre las subidas abusivas de impuestos y las pocas prestaciones obtenidas a cambio. Para entonces, cerca ya de las elecciones, siempre habrá una inauguración reciente que vender y atribuirse méritos, aunque el verdadero artífice sea en este caso la Generalitat.
Históricamente en nuestro pueblo, coincidiendo con la finalización de cada legislatura, los respectivos gobiernos municipales han distribuido los grandes proyectos y sus plazos para hacer coincidir con las elecciones, como ha sucedido con la creación de la Casa de Cultura, el Centro Acuático… en los que no se sabe ciertamente cuáles han sido los costes finales de los mismos o, como en el caso del último, el Centro Polivalente ubicado en el Rebato, que además de un gran incremento en el presupuesto no se tiene claro qué hacer con él.
Parece que en la planificación de la presente legislatura el propósito es hacer coincidir las obras que va a realizar la Generalitat con el calendario político, para atribuirse durante el periodo electoral como propio el nuevo equipamiento, cuya inauguración será anunciada públicamente e invitados todos los vecinos y no como a las audiencias públicas para los presupuestos.
De ser cierta la estrategia de jugar con la calidad de la educación de nuestros hijos retrasando la entrega del terreno, aunque pudiera entrar dentro de la lógica política para sacar rendimiento electoral, es una acción injustificable que dice mucho de la manera de hacer de este Equipo de Gobierno.